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   No. 72 - Octubre 1997
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No. 72 - Octubre 1997

LA "CONTRIBUCIÓN" DE DOW CHEMICAL

DDT, dioxinas y muerte

por Jed Greer y Kenny Bruno

La empresa estadounidense Dow Chemical, ardiente promotora del ambientalismo empresarial, produjo el DDT, el Agente Naranja y los ingredientes del napalm. Una de las mayores fabricantes de pesticidas del mundo, adquirió mala fama por su resistencia a las regulaciones gubernamentales para reducir las emisiones tóxicas.

Dow Chemical, la segunda mayor empresa química de Estados Unidos y la sexta fabricante de pesticidas del mundo, invirtió decenas de millones de dólares en publicidad para que la gente olvide que produjo el DDT, el Agente Naranja e ingredientes del napalm, así como su indiferencia ante las preocupaciones públicas y su resistencia a las regulaciones gubernamentales. Sus altos ejecutivos aparecen regularmente en conferencias en todo el mundo para demostrar el liderazgo de la compañía en materia de administración de productos, reducción de desechos y otras prácticas ambientalmente sanas.

Producción de cloro

Uno de los primeros productos de Dow fue el blanqueador a base de cloro. La empresa es el principal fabricante de cloro del mundo. Las plantas de Dow en Estados Unidos, Canadá, Alemania y Brasil tienen una capacidad anual de producción superior a 4,1 millones de toneladas, alrededor de 10 por ciento de la producción mundial de cloro. El cloro está presente en la mitad de los productos químicos comerciales. La mayor parte se utiliza para blanquear pasta de papel o se incorpora a organocloros para fabricar productos tales como plásticos, pesticidas y solventes.

Los compuestos organoclorados son ecológicamente persistentes, bioacumulativos, altamente tóxicos y fuente de numerosos problemas ecológicos y de salud, como el adelgazamiento de la capa de ozono, intoxicaciones por plaguicidas y contaminación masiva de agua subterránea. Cada vez más expertos opinan que la fabricación y el uso de cloro y organocloros debería eliminarse gradualmente en todo el mundo. Sin embargo, Dow continúa minimizando los riesgos relativos al cloro, enfatizando apenas que se trata de una sustancia "valiosa" para la formulación de productos tales como plaguicidas y plástico, así como para la elaboración de soda cáustica.

El gobierno de Estados Unidos ya tomó precauciones contra los organocloros de Dow. En 1989, la Agencia de Protección Ambiental (EPA) advirtió que siete fábricas de Dow representaban un alto riesgo de cáncer debido a sus emisiones tóxicas. Al año siguiente, la empresa y otras contaminantes llegaron a un acuerdo con EPA para reducir sus emisiones tóxicas. Aunque Dow ahora cita esas reducciones con orgullo, el acuerdo de 1990 sólo se alcanzó tras largas negociaciones y la presión de EPA. Además, el nivel de reducción fue equivalente al que el Congreso iba a imponer, de todas formas.

Dioxinas

La manufactura, el uso y la incineración del cloro y los organocloros forman productos derivados como las dioxinas y los furanos, que se encuentran entre las sustancias más tóxicas conocidas. Estos productos derivados provocan cáncer y defectos congénitos además de dañar los sistemas reproductivo, neurológico y digestivo, aun en dosis sumamente bajas.

No obstante, Dow sostiene que las dioxinas no son perjudiciales para los humanos y se resiste a las regulaciones gubernamentales para reducir su emisión. A mediados de los años 80, autoridades estaduales y federales determinaron que la descarga de dioxinas de su fábrica de Midland, Michigan, en el río Tittabawasse había contaminado los sedimentos y los peces, y estableció límites para futuras descargas. Dow respondió amenazando con no construir una nueva planta en Michigan, que no produciría sustancias cancerígenas.

Un crítico calificó de "clásico chantaje empresarial" a esta táctica de utilizar las posibilidades de desarrollo económico y empleo como instrumento de presión para debilitar las normas ambientales. En 1988, un estudio de control de riesgo de EPA concluyó que Dow era la fuente más importante de contaminación por dioxina en el área de Midland. Las fábricas de Dow han tenido muchos accidentes relacionados con cloro o productos derivados.

Agente Naranja

Con la ayuda de tribunales federales de Estados Unidos, Dow y otros productores de Agente Naranja intentan impedir que los veteranos estadounidenses de la guerra de Vietnam entablen nuevas demandas al Estado. Los ex combatientes que estuvieron expuestos a herbicidas con dioxina sufrieron graves consecuencias en su salud, entre ellas tipos raros de cáncer, enfermedades de la piel, esclerosis múltiple, defectos congénitos en sus hijos y alteraciones psíquicas.

Cuando los veteranos entablaron su primera demanda colectiva en Nueva York, el juez se basó en evidencias presentadas por una de las acusadas, la empresa Monsanto, para negar un juicio a los demandantes en 1984, pero en 1990 un funcionario de EPA acusó a Monsanto de falsificar sus pruebas y le inició un juicio penal. En 1989, la viuda de un ex combatiente en Vietnam presentó una segunda demanda colectiva en representación de otros veteranos. Aunque la acción judicial se entabló en Texas, las cortes federales transfirieron nuevamente el caso al juez original, una medida inusual en obvio favor de los acusados. Según el abogado de la viuda, "las compañías químicas solicitaron a las cortes federales -sin ninguna base jurídica- la transferencia del caso a la corte de Brooklyn para que quedara a cargo del juez original". Así, negaron a la demandante "el derecho a la imparcialidad". En abril de 1992, el juez rechazó la demanda, y la sentencia fue apelada.

Junto con Shell Oil, Dow fue demandada por la producción del insecticida DBCP, que causó esterilidad entre los trabajadores de Costa Rica expuestos a él. Al igual que Shell, Dow sabía, por estudios realizados a fines de los años 50, que el DBCP causaba esterilidad en animales machos de laboratorio, pero omitió esta información en la etiqueta del producto. Ambas compañías arguyeron "inconveniencia de foro" hasta que un tribunal de Texas permitió en 1990 que el juicio prosiguiera.

En su Informe Anual 1989, Dow arguyó que la baja dosis de aplicación requerida para sus herbicidas Verdict y Gallant constituían ejemplos de los esfuerzos de la empresa por "proteger el ambiente". Verdict y Gallant son dos marcas comerciales de haloxifop, un herbicida de clase II "moderadamente peligroso" cuyo uso nunca fue permitido en Estados Unidos. Entre fines de los años 80 y principios de los 90, Dow solicitó cuatro veces el registro de ambos productos, pero EPA los rechazó debido a su probable efecto cancerígeno. Además, la formulación de ambos herbicidas incluye xileno, que tiene efectos perjudiciales sobre el hígado, los riñones, la médula, el sistema nervioso central y los fetos. Pese a estos riesgos, Dow exporta haloxifop a decenas de países de Africa, América Latina, Asia, el Caribe y Europa.

Dow fabrica también el pesticida nuarimol (bajo el nombre comercial de Gauntlet), que EPA también se negó a registrar para su uso en Estados Unidos, en este caso por temor al "efecto cancerígeno y defectos congénitos". No obstante, el producto es exportado al menos a 19 países de Africa, América Latina, Asia y Europa.

La trasnacional también tiene problemas con sus agroquímicos. A mediados de la década del 80, los cultivadores de almendros del Valle Sacramento, California, notaron que resultaron dañados los árboles rociados con el Lorsban 4E de Dow (un insecticida "moderadamente peligroso" cuyo nombre químico es clorpirifos). Dow llegó a un arreglo con algunos de los cultivadores por la pérdida de un quinto de la cosecha en 1985. El uso de Lorsban 4E ya no se permite en Valle Sacramento.

En 1989, las autoridades de Colombia ordenaron el cierre de Dow Chemical de Cartagena tras el derrame de cuatro toneladas de Lorsban 4E en la Bahía de Cartagena. El accidente produjo una gran mortandad de peces y puso en riesgo la supervivencia de la comunidad pesquera local. Dow fue multada y obligada a pagar los costos de limpieza. También en 1989, se descubrió que Dow realizaba publicidad de Lorsban 4E, promoviéndolo como un producto de uso seguro para los aplicadores y el personal local, en infracción del artículo 11.1.8 del Código de Conducta de la FAO sobre Distribución y Uso de Pesticidas. No obstante, el Informe Anual 1991 de Dow presumía de "ventas récord" de Lorsban y Dursban (el nombre comercial del clorpirifos en Europa).

Extractado de Greenwash: The reality behind corporate environmentalism", publicado por la Red del Tercer Mundo y Apex Press.

Jed Greer es experto en trasnacionales y tecnologías peligrosas. Kenny Bruno trabaja para Greenpeace desde 1985 sobre productos tóxicos y transferencia de tecnología.


Agente Naranja en Vietnam

Entre 1962 y 1971, Estados Unidos roció unos 72 millones de litros de herbicidas sobre Vietnam, 60 por ciento de los cuales era Agente Naranja. Los defoliadores eliminaron 50 por ciento de los manglares del país asiático y tuvieron graves efectos sobre la fauna.

El Agente Naranja contiene dioxina, una de las sustancias industriales más peligrosas, y es cancerígeno. Según normas federales de Canadá, se trata de un producto "peligroso, cualquiera sea su concentración" (estudio del Grupo Hatfield).

La concentración de dioxina en el Agente Naranja utilizado en Vietnam era 1.000 millones de veces superior a la hallada en algunos desechos industriales de Canadá (estudio del Grupo Hatfield). La dioxina aplicada durante la guerra aún persiste en Vietnam y ha provocado un alto índice de deformidades humanas. "Los científicos vietnamitas creen que hasta 500.000 niños nacieron con defectos relacionados con la dioxina desde mediados de los años 60" (Peter Waldmen, "Los bebés de la aldea Cam Nghia", The Wall Street Journal, 12 de febrero de 1997).

"A diferencia de los estadounidenses, los vietnamitas 'se cocinaron' en Agente Naranja". Sin embargo, aunque más de 77.000 veteranos estadounidenses de Vietnam demandaron al Estado por sus discapacidades y más de 4.400 demandas fueron atendidas, ni un solo vietnamita recibió algún tipo de compensación.




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