Viernes 16 de Abril de 2004
Crisis del gas involucra a 6 países
por Eduardo Tamayo G.
La crisis energética de Argentina y la decisión de este país de
restringir la venta de gas a Chile no solo provoca enfrentamientos
diplomáticos entre los dos países sino que tensiona la situación interna de Bolivia en donde las organizaciones sociales se oponen a la venta del gas boliviano a Argentina por considerar que beneficiará a Chile y a las transnacionales.
Argentina vive una aguda crisis energética, que se expresa en
cortes y racionamiento de energía eléctrica. Unos atribuyen este
problema al aumento de la demanda que provoca la reactivación económica y a la escasez de lluvias. Pero el presidente Néstor Kirchner ha culpado a las empresas petroleras multinacionales que controlan la producción petrolera, gasífera y la electricidad por la falta
de inversiones que han conducido a la actual crisis energética. Las
transnacionales por su lado han venido presionando por el aumento de los
precios del gas, la electricidad y los servicios en general. Kirchner se
había negado para no afectar más a los sectores sociales golpeados por la
crisis económica. El Fondo Monetario Internacional, como siempre, actúa
al lado del capital transnacional poniendo incluso como condición las
alzas de tarifas para la renegociación de US $ 21.500 millones de la deuda
externa en los próximos tres años.
Para paliar la crisis energética, el gobierno de Kirchner decidió
recortar las exportaciones de gas a Chile y Uruguay e importar gas
de Bolivia y Venezuela, y comprar energía eléctrica a Brasil. A su
vez Kirchner cedió a las presiones de las transnacionales y llegó a un acuerdo elpasado 2 de abril mediante el cual se compromete a aumentar progresivamente el precio del gas a cambio de lo cual las empresas se comprometieron a producir 121 millones de metros cúbicos diarios. Sin embargo, esto no resolverán los
problemas de largo plazo ya que éstas no van a invertir capital adicional en exploración.
Chile se verá seriamente afectado por los recortes del gas argentino, pues aunque se abastece mayoritariamente de energía hidroeléctrica, desde fines de la década de los 90 cuando la sequía
produjo cortes de luz, optó por otras fuentes de energía como el gas. Es probable que las empresas transnacionales que controlan
la energía suban las tarifas a los usuarios entre el 2 y el 3 por
ciento.
Las restricciones de la venta del gas argentino a Chile ha provocado un impasse diplomático entre los dos países.
Chile envió el 7 de abril una queja formal a Argentina en tanto que
el presidente Ricardo Lagos dijo que la medida ha minado la confianza entre los dos países. Según Chile se ha vulnerado el Protocolo de Integración Gasífera firmado en 1995, suscrito entre los dos países cuando se inició la construcción de los gasoductos a
través de la Cordillera de Los Andes. Chile está recibiendo un 14
% menos del envío diario, lo que equivale a 2,3 millones de metros
cúbicos al día.
Para Argentina, la compra del gas boliviano también se presenta
como problemática. El gobierno boliviano de Carlos Mesa ha
ofrecido vender a Argentina entre dos y 4 millones de metros cúbico de gas e incluso le ha ofertado electricidad. La firma del acuerdo de la venta del gas será oficializado durante el encuentro entre Kichner y Mesa previsto para los días 13 y 14 de abril en la
población fronteriza de La Quiaca. Pero el tema del gas es un asunto muy sensible en Bolivia. Solo la posibilidad de que Chile pueda beneficiarse de esta transacción ha causado preocupación y rechazo.
El Ministro de Desarrollo Económico de Bolivia, Xavier Nogales, advirtió que si una "molécula de gas es vendida" a Chile, esa sería causa suficiente como para cerrar la llave y terminar el contrato con Argentina. Se debe recordar que el intento del ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada de vender gas para y por Chile
provocó una revuelta popular que culminó con su caída en octubre
del año pasado.
Organizaciones sociales y laborales bolivianas exigieron al
presidente Mesa suspender la firma del convenio de exportación de gas a Argentina por considerar que beneficiará a las transnacionales petroleras y a Chile. En una carta enviada al presidente Mesa demandan la aplicación de una política soberana
en esta materia aprobando una nueva Ley de Hidrocarburos que permita rescatar el gas de las manos de las transnacionales.
También demandan la salida del ministro de Hidrocarburos Antonio
Araníbar, quien ha sido involucrado "en el ingreso ilegal de ENRON a Bolivia y en el gracioso regalo de 130 millones de dólares a esta empresa" estadounidense. (Ver carta en:
http://alainet.org/active/show_text.php3?key=5934)
La Carta de los movimientos sociales de Bolivia pone el dedo en la
llaga pues los principales involucrados en la crisis energética son actores transnacionales que buscan incrementar sus ganancias y no resolver los problemas energéticos de nuestros países. En Argentina, la española Repsol YPF controla el 50% de la
producción del gas.
En Bolivia, esta misma transnacional posee reservas de 12,9 trillones de pies cúbicos de gas, de los 54,9 trillones de pies cúbicos existentes en territorio boliviano, lo que equivale al 24,8% La petrolera francesa Total, Petrobras, Maxus, Móvil, Arco, BGBC, Chaco y Vintage poseen igualmente importantes porcentajes de las reservas
gasíferas bolivianas. Petrobras también actúan en Argentina. La española ENDESA controla en Argentina el 20% de la capacidad eléctrica instalada y la distribución a 2,1 millones de clientes en Buenos Aires, a través de EDESUR.
Esta misma transnacionales esta presente en Chile a través de
ENDESA Chile.La Central Obrera de Bolivia (COB) decidió realizar
una marcha nacional el 15 de abril y una huelga indefinida a partir
del 2 de mayo en oposición a la venta de gas natural a Argentina
que reportará, según los sindicalistas, 500 millones de dólares para
Repsol/YPF y Petrobrás y menos de 25 millones de dólares al Estado
boliviano.FIN.
Este artículo fue publicado por el Servicio Informativo de la Agencia Latinoamericana de Información -ALAI el 8/4/2004
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