Lunes 19 de Noviembre de 2007
Datos sombríos sobre un planeta en crisis
por Martin Khor
El planeta está en serias
dificultades ambientales y la
humanidad está en situación
de riesgo en la medida que no se
resuelvan los problemas, advierte
un nuevo informe de las Naciones
Unidas sobre los peligros del cambio
climático, la escasez de agua, la
disminución de las poblaciones de
peces y la extinción de especies.
El Programa de las Naciones
Unidas sobre el Medio Ambiente
(PNUMA) publicó la cuarta
versión de su emblemático informe
“Perspectivas del Medio Ambiente
Mundial”, conocido también como
“GEO-4”, preparado por unos
cuatrocientos expertos y revisado por
otros mil de todo el mundo.
El ambicioso informe brinda
detalles sobre tendencias pasadas
y perspectivas futuras en torno a
la atmósfera, la contaminación, los
alimentos, la diversidad biológica, el
agua y la desigualdad en el mundo. Y
el panorama es sombrío.
Las buenas noticias son que el
medio ambiente está ahora mucho
más cerca de disfrutar de una política
general en todo el mundo y se
han combatido algunos problemas
simples. Las malas, que hay
cuestiones “difíciles de gestionar”,
los problemas “persistentes”. En
este sentido, el GEO-4 dice: “No se
han identificado problemas graves
que se correspondan con tendencias
previstas favorables”.
De no abordar esos problemas
persistentes es posible que se
desarticulen todos los avances
realizados hasta ahora en las
cuestiones más simples. Esto puede
ser también una amenaza para la
mera supervivencia de la humanidad,
dice el informe del PNUMA.
Achim Steiner, director ejecutivo
del PNUMA, dijo que durante los
últimos veinte años el mundo ha
recortado en un noventa y cinco por
ciento la producción de sustancias
químicas que dañan la capa de ozono,
ha creado un tratado de reducción
de las emisiones de gas de efecto
invernadero, ha apoyado el aumento
de las zonas terrestres protegidas que
han llegado a cubrir casi un doce
por ciento de la Tierra y ha diseñado
numerosos tratados y acuerdos
importantes para abordar problemas
que van desde la biodiversidad y
la desertización hasta los residuos
peligrosos y la bioseguridad.
“Sin embargo, como señala el
GEO-4, aún existen problemas
‘persistentes’ e intratables que no
se han resuelto o abordado. Los
problemas del pasado continúan y
están surgiendo otros nuevos que van
desde el rápido aumento de ‘zonas
muertas’ o carentes de oxígeno en
los océanos hasta la reaparición de
enfermedades conocidas y la aparición
de otras desconocidas relacionadas en
parte con la degradación del medio
ambiente”, declaró Steiner.
Entretanto, instituciones como
el PNUMA, que han sido creadas
para contrarrestar las causas de estos
problemas, siguen siendo débiles y
carecen de recursos suficientes.
Con respecto al cambio climático,
el informe dice que ahora la amenaza
es tan urgente que es necesario reducir
enormemente las emisiones de gases
de efecto invernadero para mediados
de siglo. Otro problema es el consumo
insustentable: estamos viviendo muy
por encima de nuestras posibilidades.
La cantidad de recursos necesarios
para sustentar la población mundial
supera la disponibilidad de éstos.
“La huella ecológica de la
humanidad (la demanda de la
humanidad sobre el medio ambiente)
es de 21,9 hectáreas por persona,
mientras que la capacidad biológica
media de la Tierra es de sólo 15,7
hectáreas por persona”, dice el GEO-4.
Hay una crisis triple –ambiental,
del desarrollo y energética– que
en realidad es una sola, agrega el
informe del PNUMA. Las causas son
el aumento de la población humana,
del consumo de los ricos y de la
desesperación de los pobres.
Esta crisis consiste en el cambio
climático, en los índices de extinción
de especies y de hambruna, la
disminución de las poblaciones de
peces, la pérdida de tierra fértil por
degradación, la presión insostenible
en los recursos, el descenso de la
cantidad de agua dulce disponible,
el riesgo de que el daño al medio
ambiente pueda superar “niveles
insospechados para los que no habrá
vuelta atrás”.
Algunos de los principales
problemas destacados por el
informe son:
l El cambio climático. Este
problema es una “prioridad mundial”,
pero el informe revela “una asombrosa
falta de sentido de la urgencia” y una
respuesta mundial “lamentablemente
inadecuada”. Varios países altamente
contaminantes se han negado a
ratificar el Protocolo de Kioto.
“Algunos sectores de la industria que
estaban en desacuerdo con el Protocolo
se las arreglaron para debilitar la
voluntad política de ratificarlo”.
+ El agua. Se tornará más
escasa. El riego se lleva alrededor
de un setenta por ciento del agua
disponible y, sin embargo, lograr
los objetivos mundiales de reducir
el hambre significa que, para 2050,
habrá que duplicar la producción
de alimentos. La cantidad de agua
dulce está disminuyendo: para 2025
se prevé que el uso haya aumentado
en un cincuenta por ciento en los
países en vías de desarrollo y en un
dieciocho por ciento en el mundo
desarrollado. El peso cada vez mayor
de la demanda de agua llegará a ser
intolerable en los países donde este
recurso escasea. La calidad del agua
también está descendiendo, ya que
está contaminada por patógenos
microbianos y por un exceso de
nutrientes. El agua contaminada
sigue siendo la mayor causa de
enfermedad humana y de mortalidad
a escala mundial.
+ Las poblaciones de peces. El
consumo se triplicó desde 1961 a
2001. El número de capturas se ha
quedado estancado o ha descendido
lentamente desde la década del
ochenta. Hay un exceso en la
capacidad de pesca, que representa
un 250 por ciento más de lo que
sería una captura sustentable de la
producción de los océanos.
+ La biodiversidad. Los cambios
actuales son los más rápidos que
se han visto en la historia del ser
humano. Las especies se están
extinguiendo a un ritmo cien veces
mayor que el que se aprecia en los
registros de fósiles. Más del treinta
por ciento de los anfibios, el 23 por
ciento de los mamíferos y el doce
por ciento de las aves se encuentra
en peligro. Y la intrusión de especies
exóticas invasivas es un problema en
aumento. El ctenóforo americano,
introducido accidentalmente por
barcos estadounidenses en 1982, ha
llegado a dominar por completo el
ecosistema del Mar Negro y hacia
1992 ya había destruido veintiséis
piscifactorías comerciales.
Martin Khor es director de Third World
Network (TWN).
Este artículo fue publicado el 15 de noviembre de 2007 en Agenda Global, un suplemento semanal que circula los jueves con el periódico La Diaria de Montevideo, Uruguay. www.ladiaria.com.uy
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