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No. 132 - Abril 2000

Cumbre del Sur

O participamos o no hay acuerdo

por Martin Khor

La Cumbre del Sur, organizada por el Grupo de los 77, reunió en abril en La Habana a 134 países en desarrollo, 42 de los cuales estuvieron representados por jefes de Estado o de gobierno. En una sesión a puertas cerradas, los gobernantes decidieron decirle a los países industrializados que deben darle participación al Sur en las decisiones mundiales que los afectan o, de lo contrario, no las aceptarán.

La primera "Cumbre del Sur" congregó del 10 al 14 de abril en La Habana a representantes políticos de 134 países en desarrollo integrantes del Grupo de los 77 y China. Concurrieron 42 jefes de Estado y de gobierno, y 67 cancilleres. Entre las personalidades presentes estuvieron el primer ministro de Malasia, Mahathir Mohamad, el presidente palestino Yasser Arafat, los presidentes de Cuba, Fidel Castro, de Indonesia, Abdurrahman Wahid, y de Sudáfrica, Thabo Mbeki, así como el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Kofi Annan.

Generalmente, en una reunión de líderes del Sur es de esperar que abunden discursos encendidos invitando a la unión de los débiles del mundo y reclamándole al Norte rico. Y hubo algunos, entre los que se destacan un agudo análisis de Castro sobre la forma en que el sistema económico internacional explota al Sur y la alocución de Mahathir en que fustigó las desigualdades provocadas por la globalización. Ambas intervenciones habían sido muy esperadas y, efectivamente, en ningún momento hicieron decaer el interés de los participantes. Pero en general las presentaciones de otros dirigentes no presentaron nada nuevo o sobresaliente.

Quizás más importante que los discursos de apertura fue una reunión a puertas cerradas que durante cinco horas mantuvieron los jefes de Estado y de gobierno a un par de días de iniciada la conferencia. La asistencia a ese "debate interactivo" estuvo restringida exclusivamente a los dirigentes y algún que otro funcionario. Entre las decisiones más importantes que surgieron en esa reunión realizada el 13 de abril figura la de transmitir a la Cumbre del Grupo de los Ocho y otras organizaciones del Norte que el Sur debe estar representado en los foros en que se deliberan asuntos mundiales que pueden afectar negativamente a los países en desarrollo. Además, el Grupo de los 77 no considerará ningún proyecto social, económico o político decidido sin su representación.

Esas decisiones fueron parte de las conclusiones presentadas por el presidente del Grupo de los 77, el presidente de Nigeria, Olusegun Obasanjo, al culminar el "debate interactivo". Según los diplomáticos presentes, el resumen del presidente incluía una ratificación de los dirigentes de su compromiso colectivo a cumplir con su responsabilidad y exigía a sus asociados del Norte a sumarse en la promoción de una nueva asociación para el desarrollo.

Los líderes encomendaron al presidente de la Cumbre y al presidente del Movimiento de Países No Alineados que transmitieran los resultados de este debate interactivo, junto con la Declaración y el Programa de Acción que será adoptado por la Cumbre del Sur, a la próxima Cumbre del Grupo de los Ocho y a otros foros internacionales apropiados, incluso a las instituciones internacionales financieras y comerciales.

El presidente Obasanjo manifestó que con ello transmitirían la firme convicción de que los países del Sur deben estar representados en todos los foros en que se traten y decidan asuntos sociales, económicos o políticos que puedan afectar adversamente o de cualquier otra forma a nuestros países, sea individualmente, separadamente o como grupo.

Según las conclusiones del presidente, el Grupo de los 77 no considerará ningún proyecto social, económico o político decidido sin su representación. De igual forma, y aún cuando pueda haber representaciones del Grupo de los 77 ante esos foros, éstas no tendrán autoridad en el marco del derecho internacional para tomar decisiones obligatorias que afecten al Sur. Según los funcionarios presentes, esta propuesta de que "si no hay representación para el Sur, no hay acuerdo", fue presentada por Mahathir durante el debate y aceptada por los demás.

El debate interactivo también decidió algunas medidas de cooperación Sur-Sur. Para fortalecer su capacidad de negociación colectiva, los dirigentes decidieron crear un consejo de coordinación en la oficina del presidente del Grupo de los 77. El consejo estuvo integrado por los presidentes del Grupo de la ASEAN, CARICOM, la Organización de Unidad Africana (OUA) y organizaciones regionales similares. La Comisión también coordinará la aplicación del Programa de Acción de la Cumbre, así como la cooperación Sur-Sur.

Los dirigentes también acordaron establecer un programa de salud Sur-Sur, y aceptaron el ofrecimiento de Cuba de capacitar a 3.000 médicos.

El presidente Obasanjo declaró que el debate interactivo había sido un acontecimiento histórico, ya que era la primera vez que tantos jefes de Estado y de gobierno del Sur habían participado en un intercambio de opiniones de esta naturaleza. Tal vez éste sea el comienzo de una tradición de concertación, coordinación y consulta al más alto nivel de los dirigentes del Sur en temas económicos internacionales importantes.

También acordaron la convocatoria regular de foros de alto nivel. Los gobernantes reconocieron que la globalización es un proceso irreversible y que es necesario instrumentar medidas para evitar la marginación y exclusión de los países en desarrollo y su impacto en la diversidad cultural de nuestros pueblos y sus culturas. Para ello es imperioso sacar provecho del potencial de la globalización de manera de transformarla de un vehículo de marginación y exclusión en una fuerza para el cambio positivo y un agente de crecimiento sostenido y prosperidad colectiva.

En el resumen del presidente también se decía que el impacto positivo de la globalización no puede quedar confinado a las minorías y los poderosos del mundo. Puede y debe ser un agente potente para lograr un desarrollo sustentable que beneficie a todos los habitantes del planeta.

A tal fin, los dirigentes insisten en la promoción de una cooperación Sur-Sur efectiva, y una cooperación Norte-Sur renovada, que incluya la gestión compartida del proceso de globalización, el gobierno democrático y transparente de la arquitectura financiera internacional y las instituciones comerciales internacionales, y el pleno respeto de los principios de soberanía, diversidad cultural, respeto mutuo, justicia y equidad, independientemente del tamaño y la forma de un país.

Sin embargo, señaló el presidente Olusegun, nada de esto puede ser logrado sin paz y seguridad internacional, sin la voluntad política de todos y sin un marco institucional adecuado. En ese contexto, los gobernantes subrayaron la primacía del derecho internacional, la validez de la Carta de la ONU y la cultura de la paz. Por lo tanto, exhortaron al Norte a sumarse a una nueva asociación para el desarrollo y decidieron encomendar al presidente de la Cumbre y al presidente del Movimiento de los Países No Alineados a transmitir los resultados de la Cumbre del Sur a la Cumbre del Grupo de los Ocho y a otros foros, y a transmitir que el Sur debe ser representado en todos los foros en los que se decidan asuntos que afectan al Sur.

Cualquier "arquitectura" que sea decidida sin la representación del Sur, no será considerada por el Grupo de los 77.




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